viernes, 13 de marzo de 2009

¿Cómo te lo puedo explicar?

Quisiera que algún poeta o compositor hubiese escrito sobre lo que yo siento por ti. Quisiera que algún pintor o escultor hubiese intentado plasmar en una gran obra maestra lo que siento. Quisiera tener palabras suficientes o el suficiente conocimiento de todos los idiomas existentes para poder describirlo, pero no puedo. Me siento impotente y no sé cómo explicar todo el amor que siento ni cómo transmitírselo al mundo entero. Me niego a creer que es imposible poderlo tan siquiera insinuar... pero poco a poco voy cayendo en la cuenta de que es así.
Te cantaría una a una todas las canciones de amor que conozco, te recitaría uno a uno todos los poemas que tengo en mi haber escritos por mí o por otros autores, te tocaría al piano las más bellas melodías románticas que existen, te mostraría los más bellos cuadros y estatuas que representan el amor... y sin embargo, todo me parece poco para ti. ¿De qué sirve que te toque "Para Elisa" o un vals de Tchaikovsky, mientras te recito a Bécquer o a Lord Byron o a la mismísima Safo, mientras contemplas un Boticelli o un Miguel Ángel, si son incapaces de expresar lo que siento por ti?
Me convertiría en Tisbe, Hero, Ariadna, Isolda, Julieta, Doña Inés... y cometería las más bellas locuras de amor conocidas. Sería Safo amando a Fadón y te recitaría una vez más al oído el ya famoso: Non ut ames oro, verum ut amare sinas. Sería una Lesbia sumisa y casta; una Friné entregada a su escultor; una Cleopatra de un solo hombre; una Dido que muera por su esposo o por cualquiera que tú quisieras ser, pues no me gustaría seguir viviendo si no te tengo. Puedo ser tu vestal, tu virgen, tu fugitiva, tu diosa, tu heteira, tu geisha, tu puta, tu vecina, tu amiga, tu novia, tu esposa, tu amante, tu compañera, tu sueño, tu fantasma... pídeme lo que quieras que lo seré. Pídeme el mundo, la luna o que me derrita en el Sol o bajo su calor en el desierto, pídeme lo impensable que por ti todo lo haré, pero no me pidas que te explique lo que siento porque no puedo, pues ya tan sólo me queda llorar de impotencia. Sólo sabría repetirme o plagiar y no quisiera aburrirte con tantas cosas pasadas...
¿Qué quieres, qué deseas? Te ofrezco mi cuerpo, mi alma, mi corazón, mi amor, mi vida, mi amistad, mi ser... Te juro y perjuro por quien me pidas: te amo de manera sobrehumana y hoy por hoy sé que siempre te amaré más de lo que hoy te escribo en estas líneas. Sólo espero que sepas comprender lo que he intentado decirte y que sientas por mí, tan siquiera, la mitad de lo que yo siento por ti, pues ya sería inmenso tu amor y me daría por amada para el resto de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario