Me pregunto dónde estás y qué estarás haciendo. Si aún te acuerdas de mí, si sigo viva en tu pensamiento, pero sé que estás lejos...
Allí donde las nubes se enredan con tus cabellos, allí donde el cielo es una ilusión que se pierde en tus ojos, donde el aire acaricia y el sol brilla con una sonrisa.
Me pregunto si aún me quieres, si recuerdas el tacto de mis labios al rozarse con tus mejillas, si no has olvidado la mano temblorosa que tendía a tus ojos para ayudarte a caminar. Pero estás lejos.
Allí donde sólo mi imaginación puede colocarte, en un lugar tan alto que da vértigo pensarte. Estás allí, tan al fondo, tan hondo...
Me pregunto si leerás estás líneas, si por muy alto que las grite las oirás, si tu corazón y el mío siguen tan unidos como para sentir estos garabatos, estas palabras tan vacías... Pero estás lejos...
Allí donde se esconden mis lágrimas. Allí donde brota la sangre. Allí de donde te intentan arrancar y no pueden. Allí donde la sombra es el olvido del amor. Allí donde escribiré mi epitafio.
Allá en mi alma, allá lejos...
lunes, 29 de junio de 2009
sábado, 6 de junio de 2009
Huele a soledad
Huele a soledad mi cama,
huele a trsiteza este lugar,
respiro olvido y ausencia,
pierdo el norte, mi caminar.
Esta vereda de zarzas
me despoja de las prendas,
ensangrientan mi mirada
esas espinas tan alargadas
que se agarran a mi piel,
que desgarran poco a poco
estos suspiros, estos poros,
esta soledad, este momento,
estas insulsas horas,
este silencioso tiempo...
que corrompe nuestros huesos,
que hace desaparecer los besos...
Esta vereda de zarzas
ha roto nuestros abrazos,
ha terminado con la sonrisa
que antaño nuestros ojos recobraron.
Pero la lluvia trae consigo
las lágrimas a evitar
y mi sangre se derrama
sin llegar a su final.
Pero huele a soledad mi cama,
huele a tristeza este lugar,
respiro olvido y ausencia,
pierdo el norte y tu amar.
huele a trsiteza este lugar,
respiro olvido y ausencia,
pierdo el norte, mi caminar.
Esta vereda de zarzas
me despoja de las prendas,
ensangrientan mi mirada
esas espinas tan alargadas
que se agarran a mi piel,
que desgarran poco a poco
estos suspiros, estos poros,
esta soledad, este momento,
estas insulsas horas,
este silencioso tiempo...
que corrompe nuestros huesos,
que hace desaparecer los besos...
Esta vereda de zarzas
ha roto nuestros abrazos,
ha terminado con la sonrisa
que antaño nuestros ojos recobraron.
Pero la lluvia trae consigo
las lágrimas a evitar
y mi sangre se derrama
sin llegar a su final.
Pero huele a soledad mi cama,
huele a tristeza este lugar,
respiro olvido y ausencia,
pierdo el norte y tu amar.
viernes, 5 de junio de 2009
Heroínas
Aunque me levante temprano
El sol ya está en su cúspide.
Aunque esté sola y triste
Tengo el orgullo enterrado
Donde un día me dijiste.
A pesar de tus caricias
Los sueños se rompieron
Al fibrilar en tus ojos
Los recuerdos de una vida.
A pesar de los golpes,
Aunque sangren las heridas,
Me mantengo en pie
Como todas las heroínas,
Como todas las mujeres
Que luchan por una vida digna.
Por el respeto del animal
Que por tener fuerza
No usa su inteligencia
Para el bien de los demás.
Porque somos mujeres
Y no objetos.
Porque somos personas
Llenas de sentimientos
Cuyo corazón es puro
Como el agua del mar.
¡Despertad, mujeres!
¡No os dejéis avasallar!
¡Qué por mucho que nos peguen
No dejaremos de luchar!
¡A sí que no calléis, gritad!
¡Qué el silencio es el arma
Con el qué nos pueden matar!
Sólo si confesamos,
Si decimos la verdad
Nos pondrán tender esa ayuda
Que nos ha de salvar.
No lloremos ni escondamos,
No ha de ser para nosotras
Vergüenza alguna,
Ha de serlo para aquel
Que se cree más hombre
Por pegar a una mujer.
Levantemos la mano
Y alcemos la voz,
Gritémosle al cielo
Que ya no guardamos
Más el secreto.
Y entonces, amigas, nos uniremos
Como aquellas Heroínas del día a día:
Supervivientes de palizas
Y falsas habladurías.
El sol ya está en su cúspide.
Aunque esté sola y triste
Tengo el orgullo enterrado
Donde un día me dijiste.
A pesar de tus caricias
Los sueños se rompieron
Al fibrilar en tus ojos
Los recuerdos de una vida.
A pesar de los golpes,
Aunque sangren las heridas,
Me mantengo en pie
Como todas las heroínas,
Como todas las mujeres
Que luchan por una vida digna.
Por el respeto del animal
Que por tener fuerza
No usa su inteligencia
Para el bien de los demás.
Porque somos mujeres
Y no objetos.
Porque somos personas
Llenas de sentimientos
Cuyo corazón es puro
Como el agua del mar.
¡Despertad, mujeres!
¡No os dejéis avasallar!
¡Qué por mucho que nos peguen
No dejaremos de luchar!
¡A sí que no calléis, gritad!
¡Qué el silencio es el arma
Con el qué nos pueden matar!
Sólo si confesamos,
Si decimos la verdad
Nos pondrán tender esa ayuda
Que nos ha de salvar.
No lloremos ni escondamos,
No ha de ser para nosotras
Vergüenza alguna,
Ha de serlo para aquel
Que se cree más hombre
Por pegar a una mujer.
Levantemos la mano
Y alcemos la voz,
Gritémosle al cielo
Que ya no guardamos
Más el secreto.
Y entonces, amigas, nos uniremos
Como aquellas Heroínas del día a día:
Supervivientes de palizas
Y falsas habladurías.
miércoles, 3 de junio de 2009
Soledad en compaña
Tus ojos se pierden en la distancia,
En la letanía de un sueño.
Un sueño en el que me torno fantasma,
Un sueño del que me desvanezco.
Es esta mutua incomprensión
La culpable de este momento,
Es esta soledad en compaña
La que hace florecer el miedo:
Tenernos tan cerca y no saber
Qué hay en tus pensamientos,
Si son sinceros esos besos,
Por qué ya no susurramos te quieros.
Tu respuesta son lágrimas
Que mi corazón no comprende,
Tu respuesta son gritos
Que mi alma ya no entiende.
Y caigo en la desesperanza
Y no hago más que buscar:
Ese pecho donde soñaba,
Ese cuerpo que me enseñó a amar.
Y quizás sea ya hora
De afrontar este momento,
De dar por ganada esta batalla
A Olvido, a Soledad, a Miedo…
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