miércoles, 14 de octubre de 2009

La tumba de Antígona

- Reflexión: El poder vs Natura.

[...] Lo rojo de la sangre, la tierra se lo queda para dárselo a las flores, esas que nacen porque sí, las azulinas, las violetas, las amapolas que nacen donde menos se las espera. La Tierra lo arregla todo, lo distribuye todo. Bueno, quiero decir estas cosas, si la dejan. Pero no la deja, no. No la dejan nunca ellos, los que mandan. ¿La dejarán alguna vez que haga su trabajo en paz? Le sustraen los muertos, o se los echan con una maldición atada al cuello. Y luego, ¿me ves aquí?, le echan criaturas vivas, vivas como yo lo estoy, más viva que nunca, viviente de verdad. [...]
María Zambrano.

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